Y tras un par de cervezas llegamos a Tenerife (Alicante -Madrid / Madrid – Tenerife Sur). Los vuelos se hicieron muy cortos entre un librito y una pelicula, las horas pasaron volando. Por cierto Iberia es lo máximo, muy ágiles y serviciales como siempre.
La pequeña de los Borges nos esperaba en el aeropuerto y nosotras ya preparadas con un Ron Pampero para pasar la primera noche entre tertulias y cuentos de los últimos meses. Sin embargo, nos esperaba el mejor rissotto de setas que me he comido en mi vida y un solomillo espectacular. Ya después de esa comilona se nos hicieron las 4 de la mañana entre risas y vasos de agua.
No tenemos nada preparado, es un viaje de relajación y descubrimiento. Con mi nueva cámara reflex y muchas ganas de aprender a usarla y con tiempo para compartir con la flaquita.
Que ganas de despejar la mente, los últimos meses en el trabajo han sido muy duros y este descanso vendrá muy bien para la salud.
Pd. Han prometido un despertar con vistas hermosas, mañana os cuento.